Educación de personas adultas


El papel del educador o de la educadora progresista que no puede ni debe omitirse, al proponer “la lectura del mundo”, es señalar que existen otras “lecturas del mundo” diferentes a la suya y hasta antagónicas en ciertas ocasiones.

Paolo Freire (1993). Pedagogía de la esperanza: un reencuentro con la Pedagogía del oprimido. Siglo XXI editores (2002)

La cita de Paolo Freire con la que iniciamos esta entradilla al Monográfico sobre la “Educación de personas adultas” es toda una declaración de nuestras intenciones: Puede haber “muchas lecturas”, no las negamos, pero queremos ofrecer la nuestra.

Todos los materiales que se incluyen en esta apartado (artículo de opinión, ejemplificaciones de Programaciones didácticas, Unidades de trabajo y Unidades de Evaluación y Radiografías) tienen como denominador común el considerar que la “Educación de las personas adultas” es mucho más que una segunda oportunidad para los que han fracasado en el sistema ordinario o, por circunstancias, no terminaron las enseñanzas obligatorias de obtener una titulación académica necesaria para el mundo laboral.

Para nosotros, “es la oportunidad de seguir creciendo como persona y de mejorar el mundo en el que vive”. Las Competencias básicas no son ajenas a este logro.

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